En la Isla Lewis, los farallones y acantilados de las Hébridas Exteriores, cuyos estratos son tan antiguos como los propios continentes, son recordatorios de las fuerzas que desgajaron Europa, América del Norte y Groenlandia cuando hace 60 millones de años comenzó a abrirse el Atlántico Norte.
Fuente: National Geographic
Jose
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